
Solo queremos sanar el dolor que nos han provocado, que nos provocan. Es comprensible que la gente necesite, imperiosamente, evadirse de la realidad; hipócrita, insulsa, vacía. La misma que nos educa para ser una parte más del engranaje de este gran sistema fallido (o perfectamente diseñado) que, de una forma inexorable, poco a poco, día tras día, nos conduce hacia el irremediable fracaso y la gangrena mental. Inculcándonos el accionar de un robot, diseñados para funcionar a base de consumo, de inacción mental, sólo para despertar y morir cada día, por el resto de la existencia; olvidándonos de quiénes somos y para qué vivimos. Condenados por un patrón de perfección impuesto por el sistema consumista, desmesurado y enfermizo, que nos lleva a vivir pendientes de la mirada de los demás para volvernos esclavos de modas, dietas y todas esas farsas seudo idealistas que nos hacen creer.
Asesinan nuestra libertad mientras miramos televisión, nuestra capacidad de pensar, criticar, reaccionar, evolucionar, y entre comerciales, nos convertimos más y más en la resaca sistemática, de la cual éste se alimenta.
Y nadie dice nada… Y quien ose pensar, será brutalmente reprimido, a cualquier precio; desde la violencia física, hasta el ocultamiento mediático. Porque claro, nosotros tenemos la verdad, pero si no aparece en la primer página del diario más vendido o no la decimos en televisión, somos catalogados de locos y problemáticos, cuando en realidad, el problema lo tienen las personas que se dejan llenar los oídos con palabras salidas del gran aparato mediático y lo hacen parte de su vida, de su rutina; actuando como éste dice, comiendo lo que éste come, vistiendo lo que éste viste y lo peor, repitiendo lo que éste dice. Porque a esta altura de la historia, que las personas se vistan como el modelito o la actriz de turno, no me preocupa tanto, pero que los medios masivos de comunicación hayan pasado a ser el primer formador de opinión, antes que el colegio y la familia, denota que vamos en picada, que año tras año de funcionamiento de este sistema, nos lleve a estar cada vez mas controlados y con menos capacidad de pensar.
Una vez oí decir a una joven optimista “el futuro siempre será mejor”. ¡Pero que equivocada estás mi querida! Cuando llegues a los 40, si es que antes no te pisa un auto porque ya nadie respeta ninguna norma de seguridad vial y la ética policíaca se corrompe con tan solo una moneda o te asesina un nene de 12 años para sacarte las zapatillas porque no tiene para comer o vos y yo, y todos los seres humanos nos calcinamos ya que la polución de gases tóxicos aniquiló la capa de ozono por el exceso de consumo de combustible, o repentinamente la única agua potable del mundo esté en mano de 5 personas y no tengas que beber, si esto no sucede, vas recordar mi humilde visión autodestructiva del mundo, que por momentos pareciese perfectamente ideada.
La realidad se puede evadir de muchas maneras, sencillas y creativas, excéntricas y poco conocidas, pero ninguna de ellas cambiará el destino de la historia. Sólo el hombre, con su capacidad de razonar, criticar y accionar, podrá dar un nuevo rumbo a la existencia, no solo de él, sino de todos, transformando la realidad, no evadiéndola.
Hola, Cómo estas?
ResponderEliminarDe alguna forma llegué a este texto. Me pareció muy interesante, y en cierta forma opino igual.
Yo soy de escribir algunas cosas también, y lo que me llama la atención cuando las releeo tiempo después, es que en muchas sigo pensando igual, viendo las cosas igual. Y me llevó a pensar: ¿Por qué no puedo ser yo la que marque el cambio? ¿Por qué no buscarle una alternativa, una especie de solución desde lo que yo pueda hacer?
Estan geniales estas reflexiones, motivan al accionar, como decis vos, enfrentandola, no evadiendola ni sólo apreciandola.
Bueno, un simple comentario.
Que sigas escribiendo mucho mas che!
Éxitos!